sábado, 21 de febrero de 2015

Escama (relato corto)


Reptil, inteligente... Más que inteligente, super genio, no es la única, hay mas como ella y me enamoré. Esta no es una estúpida historia de amor, solo quiero contarles antes de ser confinado de por vida al manicomio. Contaré como paso y ya cada quien dará su veredicto.

Eran los años 90 tal vez 1994, yo tenia 17 años entonces y estaba a punto de entrar a un curso de fotografía, como era obvio, me compraron una cámara fotográfica profesional, así es, mis padres eran de dinero, solo un poco, al menos nunca me consintieron tanto, me hicieron trabajar desde pequeño, eso de trabajar podría malinterpretarse como abuso infantil, mas bien, me hicieron esforzarme para conseguir lo que quería y así aprender a no tener todo en bandeja de plata, no se si me explique bien. Ella era una mujer de entre 22 a 25 años, era hermosa, yo sabia que era un niño ante sus ojos, pero eso no me impidió enamorarme de ella, era una alumna de las clases de fotografía, siempre hacia lo posible por hacer equipo con ella pero nunca se dejaba retratar, sucedía algo extraño con ella, cada que alguien dirigía la cámara hacia donde se encontraba sentada, misteriosamente tu dedo no podía oprimir el botón para tomar imagen alguna, era extraño. Era extraño hasta el momento que descubrí que podía controlar la mente de los demás, creo que es mejor ir por orden, esta historia me vuelve loco. Ella se presento conmigo como Cara, una bellisima licenciada en derecho, al menos eso dijo, que recién terminaba su carrera y estaba interesada en hacer actividades diferentes a las que estaba acostumbrada, en ese momento yo no tenia la menos idea de que era lo que normalmente realizaba en su día a día que ya la aburría. Al paso de los días comenzamos a entablar una amistad, pero como dije, cada que le quería tomar una foto, aunque fuera "infraganti" mi dedo no se movía, no tenia la voluntad de hacerlo, algo en mi cabeza me lo impedía. Cara solo se limitaba a decir que no era de por aquí, ni cerca, según mi punto de vista era extranjera, debido a la sorpresa que le causaba cada costumbre que teníamos, pero su idioma incluso su acento era igual al de nosotros, lo que me hacia pensar que era de esta misma ciudad y solo era una presumida. Era muy inteligente y culta eso si, parecía alguien que leía 2 o 3 libros en una semana. La perseguí por días y siempre sabia que yo estaba ahí, siempre, me enamore perdidamente, tal vez será porque siempre me sentí atraído hacia lo diferente, poco a poco comenzó a aceptarme como amigo, comenzamos una relación de amistad y ahí es donde comenzó la historia:
Cara y yo tomábamos un café, jugo o cualquier cosa de beber y un sandwich o algo que tuviera carne, le gustaba la carne, pero siempre decía que estaba demasiado cocida, en esos momentos llegue a pensar que comía cruda, nos sentábamos en un parque detrás de unos arboles, a veces le daba miedo ser vista, era un poco extraña.
-¿Sigues pensando en esa compañera que tienes?- Me dijo mi abuela ese día que me pase horas distraído tratando de dibujar su cara, pero no era muy bueno en eso- Ella ya es adulta, tu eres un niño...-
-Adolescente- La interrumpí sin dejar de dibujar un ojo.
-Yo se que eres casi un hombre, los años se pasan rápido, pero una mujer que entabla amistad con un chico varios años menor que ella no me parece muy bueno-
-Abuelita por favor, siempre buscas el lado malo de todo y pones de excusa que has vivido como... ¿90 años? y la experiencia, pero para ti todas las personas son malas...-
-¡No seas grosero con tu abuela!- Grito mi padre entrando a la discusión.
Después de eso cenamos yo estaba distraído pensando en mi curso de fotografía y en que vería nuevamente a Cara, a mi abuela y mi mamá les daba mala espina, mi papá se sentía orgulloso si no pudiera tener una relación con ella, algo así como un trofeo, era un hombre un poco machista.
Tuvo que pasar un mes para darme cuenta de su terrible secreto, era un día viernes cuando me desmayé, si han notado, no se como narrar. yo solo me hago bolas, yo me entiendo, eso creo, Cara me dijo que tenia algo importante que hacer y ese día no podría salir conmigo, como era evidente, me sentí triste, no podía pasar ni un día sin verla, le dije que la esperaría sentado en el parque hasta que terminara de hacer lo que debía hacer, pero ella me insistió que mejor me fuera a casa o mis padres podían regañarme y me recalco que era un niño, viniendo de ella no me molestaba. Pasaron horas y horas, el sol se oculto y yo seguía ahí, en varias ocasiones me pareció escuchar la voz de Cara en mi cabeza que me decía nuevamente que me fuera a casa, pero en ese momento pensé que era solo un eco de mi memoria, recordando lo que ella me había ido antes de irse. Eran las 8:00 PM cuando regreso quien creía era el amor de mi vida, estaba llorando, bueno no le salían lagrimas, pero yo sabia que lloraba, me levante de la banca donde estaba sentado de inmediato.
-¿Que sucede Cara?- Le pregunte abrazándola.
-Esta sera, la ultima vez que nos veamos- Me dijo claramente, cualquier humano tardaría horas en decir algo así, pero ella lo dijo de forma precisa, me sorprendió.
-¿Ya no iras al curso?-
-No iré mas al curso ni vendré mas a esta ciudad, me la prohibieron, supieron que entable amistad contigo, solo me dejaron hacer una investigación de campo, ustedes me fascinan, me intrigan, su música, su literatura, su forma de vida tan despreocupada de todo lo que sucede afuera-
-Cara no te entiendo-
-Ven- Me dijo tomando mi mano y halandome con fuerza hacia la parte oscura del parque, mi mente pensó tantas cosas sucias y ella me soltó de repente.
-¡NO TE QUIERO PARA ESO!- Grito molesta a  la vez que sentí un extraño dolor de cabeza, me quede helado del miedo, como si hubiera leído mi mente, que digo, ella leyó mi mente. Llegamos hasta un sitio donde no había ni una persona, siquiera un fantasma o el slenderman y allí sucedió... Ella comenzó a cambiar de forma, era como si su piel comenzara a difuminarse ante mis ojos, como pintura en el agua, su complexión se hizo mas robusta y unas escamas de un tono verdoso se dibujaron sobre todo su cuerpo, sus ojos se hicieron grandes y amarillentos, su cabello desapareció por completo y sus manos (ahora similares a las de un gecko) lucían una uñas, carajo que digo uñas, una enormes garras, aunque muy bien cuidadas. Estaba abriendo mis ojos unos minutos mas tarde, me había desvanecido, agradecí que el pasto amortiguara mi caída, Cara me tenia en sus brazos, estaba de rodillas a mi lado y su apariencia de reptil continuaba, mi respiración se acelero.
-Por favor cálmate-
-Cara... ¿Que cosa eres?-
-No soy una cosa... Y no me llamo Cara, me llamo B'vohaulobelabdra-
-Bo ¿Qué?- Pregunté aun aturdido y asustado por la situación.
-Soy una reptiliana, no soy humana, soy algo parecido a los abogados en tu raza y quise hacer un estudio de leyes humanas, ademas que me sentí atraída por las fotografías y me apasiona su raza y me concedieron un permiso especial para vivir entre ustedes un año, pero no tenia permitido interactuar demasiado, incluso ahorita estoy violando demasiado al decirte esto, pero eres un niño, para mi, para ellos, así que no creo que ellos tomen tan en serio esto, incluso solo me ordenaron volver a la base y terminar mi vida aquí-
Yo me encontraba boquiabierto viéndola, no podía creer ni una palabra, nadie lo hubiera creído de no ser por su apariencia.
-Me dejaron despedirme de todos y terminar mis pendientes- Agregó Cara, ahora llamada diferente-  me iré mañana al oscurecer, una nave vendrá por mi...-
-¡¿Eres una extraterrestre?!- Pregunté mas que sorprendido.
-Claro que no, yo nací aquí en la tierra, mi raza es de la tierra, ustedes son extraterrestres... al menos en parte-
-Tienes mucho que contarme, escribiría un buen libro-
-No, por favor, no debes contar nada de esto, mi raza es oculta, al menos no para sus lideres mundiales, si el mundo entero se entera de nuestra existencia, la manera de que ustedes vean al mundo cambiara y estarán en peligro...-
-Cara por favor, tienes que contarme mucho...-
Cara me acompaño a casa, yo la veía como reptil gigante humanoide, pero nadie hacia escándalo, eso era parte de un disfraz mental que creaba en los demás, para mi ya estaba desactivado y la veía tal cual era, para ser sincero, me parecía hermosa, siempre había querido una serpiente de mascota y desde niño me gustaba jugar con lagartijas, así que veía una belleza en ella que tal vez, ningún humano vería. Los de la especie de Cara tenían poderes mentales, ella  comenzó a hablar claramente en mi mente, incluso esa noche me dijo que siempre se pondría en contacto conmigo a través de este método, no acepte la idea de verla partir, como ella dijo, para siempre.
Al día siguiente ella partió con rumbo desconocido, recibí un mensaje mental de ella que me dijo que mirara hacia el sur y pude ver como en el horizonte parecía un objeto cilíndrico, me explico que esa era la nave de los suyos y que había desactivado el disfraz telepático del objeto enorme para que solo yo la viera, también me dijo que su base se encontraba a 10 kilómetros de mi ciudad, cerca de una montaña y de un pueblo, no sabia por qué me decía eso en mi mente, sentí que era un mensaje claro que ella me daba para que la buscara, eso entendí. Me escapé de casa, robe mucho dinero a mis padres y le dije a mi abuela en una nota que tenia razón, Cara no me traía nada bueno, solo amor y si el amor no es algo bueno, entonces no tengo definición clara de lo que es el bien y el mal. Al fin acepte que era un inmaduro, no medí ninguna consecuencia, solo se que tome un autobús con rumbo al pueblo que me había dicho Cara, de ahí, todo estaría en la oscuridad y la ignorancia, como pediría indicaciones a las personas que busco la base de un grupo o tal vez una población completa de reptilianos de un metro ochenta a dos metros de alto y solo porque estoy enamorado de una de ellas.
Llegue al pueblo y tan pronto baje del vehículo que me llevo ahí compre comida chatarra y camine hasta los senderos de la montaña, buscando la base, tarde horas caminando en círculos, de no ser por que a cada rato pasaba frente al pueblo, diría que estaba perdido. Al oscurecer, sentí la voz de Cara en mi cabeza, ella sabia que estaba ahí y me rogó alejarme de cualquier caverna que encontrara, eso me dio a entender que su base estaba en un cueva, tal vez bajo tierra, me indico donde estaba una vieja casa abandonada, donde podría pasar la noche y el frió del bosque, pues en el pueblo no había hoteles ni posadas y la gente era muy huraña y algo temerosa, muchos sabían que algo raro vivía en las montañas. La casa era acogedora, demasiado sucia pero al menos hacia mucho menos frió que afuera, no se como pero caí dormido, supongo que Cara apago mi cuerpo y durmió mi mente. A la mañana siguiente una suave mano me despertaba acariciando mi rostro.
-Hola...- Dije adormecido mientras la veía a sus ojos, ella estaba frente a mi, sentía mucha alegría en mi interior.
-¿Por que veniste? No creí que fueras tonto, por eso hice amistad contigo, eres inteligente, te meterás en muchos problemas, no solo con tus padres, sino también con mi gente si se enteran que estas buscando nuestro hogar-
-Cara, no quería que te fueras, me haces mucha falta..-
-No, no te hago falta, ni siquiera sabes que te hace falta- Me contesto sonriente y tranquila- Eres muy joven aun, solo estas enamorado de mi porque te gustan las cosas diferentes, pero no sabes como manejar tu vida aun, no soy para ti-
-¿No me amas?- Le pregunté bobamente.
-Yo no soy para ti, ni siquiera soy un mamífero como tu, no sabes mucho del amor de pareja y a venir aquí solo me demostraste que no eres ni un poco maduro-
-Entonces me quedaré aquí esperando, si quieres venir a verme me harías feliz, podemos conversar como nuestras platicas tomando café, espero también te enamores de mi-
Cara se levanto y se dirigió hacia la puerta.
-Vendré- Dijo mirándome a los ojos- Solo para asegurarme que estés bien y no mueras aquí, pero si alguien se entera, también yo estaré en serios aprietos-
Ella venia todos los días a verme y a traerme comida, pase como dos meses en esa casa campestre, me traía comida, extraños platillos reptilianos, en su mayoría carne, una extraña carne levemente cocinada, pero con hambre no podía quejarme, me daba miedo ir al pueblo a comprar cosas, yo era un forastero que vivía en el bosque al pie de la montaña, podrían pensar lo peor de mi.
-Poco después de la segunda guerra un grupo de seres interdimensionales, los que ustedes conocen como extraterrestres grises, se llevaron a varios nazis a una base secreta en la luna, esa base la descubrieron los humanos en un par de ocasiones, la luna esta prohibida para ustedes, a nosotros, pues, nos tienen miedo, nuestros poderes mentales rivalizan a la perfección con los de ellos y físicamente somos mas grandes y mas fuertes-
-Entonces... ¿Esos seres no son de otro planeta?- Pregunte intrigado.
-Si y no, ellos son de otro universo paralelo, pero son de la tierra, de hecho nosotros pensamos que ellos son humanos en un futuro muy lejano...-
Casi se me atoraba la carne que masticaba en ese momento.
-¿Quieres decir que me convertiré en algo como esos? ¿Con ojos grandes y calvo?-
-Claro que no- Me contesto Cara- ¿No sabes nada acerca de la evolución?-
-Reprobé biología... el profesor me caía mal-
Ella solo sonrió y me miro tiernamente con sus ojos amarillentos.
Cara me explico que hay muchas razas extraterrestres viviendo en la tierra, todas ocultas, solo los reptilianos y los humanos eran de la tierra, me hablo de los nephilim, unos seres que según ella habían ayudado al homo sapiens a evolucionar, todo lo que me contaba era intrigante. Paso otro mes, cuando ella me confeso que había mandado un sutil mensaje telepático a mis padres y acabaría con la agonía que sufrían por buscarme por todos lados, olvide que las personas que tenia a mi lado desde siempre lloraban mi partida, simplemente desaparecí, creyeron que Cara me había secuestrado. Pero al fin llegaron, la policía, mis padres y demás personas, buscando por mi en los bosques, así que huí ese día, buscando a mi reptiliana, me interne en el bosque hasta que me topé con una entrada de aproximadamente tres metros de alto y cuatro de ancho, ahí me oculte. Sin querer me adentré en la base de los reptiles inteligentes, una entrada se abrió detrás de mi y un enorme túnel se iluminaba, al final podía ver algo similar a una ciudad, quise adentrarme aun mas, pero al intentar correr una fuerza misteriosa me detuvo, era como si mi cuerpo no respondiera y mi cerebro experimentaba un sensación desesperante, no escuchaba la voz de Cara, no escuchaba  ningún sonido, solo veía como al rededor de treinta seres similares a ella aparecían frente a mi, comencé a escuchar nuevamente, una alarma desesperante sonaba y alguien gritaba "homo sapiens" a lo lejos, un reptiliano se acerco a mi y me miró molesto, luego después de nombrarme "hijo de nephilim" me dijo que tenia suerte, que era muy pequeño para ser castigado, no recuerdo mas, solo que todo se oscureció y desperté en la parte trasera de una ambulancia, me habían encontrado tirado en el bosque, con una infección en el estomago por comer carne cruda, mis papás se horrorizaron, la policía pensaba que yo había matado animales para comerlos, no me ayudo en nada contar mi experiencia en el bosque o de que había conocido a una reptiliana, aconsejaron llevarme con un psicólogo y así fue, pasaron años y continué hablando del tema, comencé a escribir al respecto a dibujar a Cara, pintarla, todos mis años siguientes fueron ella, no volví a recibir ningún mensaje, juraría escucharla llorar en mi cabeza, pero me estaban convenciendo que yo estaba mal y necesitaba ayuda.
Y aquí estoy, encerrado en un manicomio, mis ideas sobre los reptilianos, grises, nazis que viven en la luna, me llevaron aquí, el tipo loco que no se afeita, nunca se casó porque espera a su novia mitad humano mitad "reptil", porque simbólicamente se caso con ella y este tipo se imagino en su mente que ella le prometió que lo llevaría a su ciudad natal subterránea, porque se enamoró, Espero Cara vuelva y me lleve con ella en su nave cilíndrica plateada, la extraño, realmente la echo de menos y la amo, después de todos estos años comprendí lo que es el amor y estoy seguro que si la amo...

FIN

1 comentario:

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